¿PARA QUÉ IR A PSICOTERAPIA?

Muchas veces hemos estado confundidos y sin saber qué hacer con nuestras vidas. Y hemos pedido consejos a amigos o a padres y, en muchas ocasiones, no hemos sabido qué hacer con esas maravillosas, ingeniosas y válidas orientaciones. Entonces nos hemos visto en este oscuro escenario: «sé qué es lo conveniente y no sé cómo hacerlo, o no puedo, o no me atrevo, o dudo del consejo». El consejo no me sirve porque el problema no es saber qué debo hacer, sino saber qué necesito hacer, cuánto necesito aprender para decidirme y por último, descubrir cómo hacerlo. Si es así, la psicoterapia es un muy buen camino, pues allí quien descubre, quien aprende eres tú. Y una vez que sabes, eliges.

Sin embargo, hay ciertos campos de acción que necesitas tener muy claros, pues es posible que tu situación requiera de un trabajo en equipo interdisciplinario entre el médico psiquiatra, el psicólogo y el psicoterapeuta. Hay ocasiones en que será necesario el equipo, otras no. Ello dependerá de lo que estés viviendo y del alcance de la psicoterapia.

La psicoterapia es una alternativa de crecimiento y descubrimiento. Te permite aprender de ti, en tu relación con los demás: la pareja, los padres, los hijos, el trabajo, los amigos y, sobre todo, contigo mismo, en los muchos contextos en los que día a día te toca lidiar: sexualidad, amor, aprendizaje, lo laboral, los conflictos cotidianos, las eternas inconformidades… y los no tan cotidianos como ¿qué hacer con tu vida?… En definitiva, tú.

Todos los enfoques psicoterapéuticos son efectivos. La psicoterapia gestáltica, a diferencia de otros abordajes, se centra en la experiencia, en la vivencia, en lo que te está pasando ahora, que es cuando te están pasando las cosas. Puedes acudir a terapia para resolver problemas puntuales, o puedes querer entrar en un profundo proceso personal. Ambas son válidas, porque te conocerás y resolverás inquietudes. La segunda opción será duradera y la primera, obtendrás salida a tus encrucijadas.

¿Por qué la psicoterapia gestalt?, porque creemos que, en muchos casos, la experiencia enseña más que los libros, los consejos, las ideas, los recuerdos y la planificación: te puedo explicar el origen de la electricidad, también te puedo mostrar cómo hacer para ahorrar electricidad y también te puedo advertir de sus peligros, pero si metes el dedo en el enchufe, sabrás qué es la electricidad en ti y decidirás si la quieres usar y cómo.

Simple, tu vida es ahora. Está llena de tu pasado y de tu presente. ¿El futuro? Ese lo construyes aquí y sobre todo ahora. La cuestión es darte cuenta.

La confidencialidad y el respeto al paciente es un asunto de ética profesional. No sólo confiamos en que tú puedes aprender de ti, sino que esperamos a que lo descubras y decidas qué hacer, qué decir, cómo, cuándo, dónde y con quién… y eso ocurre siempre, en este momento. El psicoterapeuta sabe esperar, en silencio…

Victoria Robert

 

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