EL JUEZ

Oye, psss, pssssss. Si, tú, el del dedo erguido. Si si, tú mismo. ¿Acaso no te das cuenta de que tu índice se ha quedado tieso de tanto señalar? Lamento informarte que eres el propietario de un dedo estirado que disfruta enormemente cuando critica o emite alguna rimbombante opinión. Normalmente nadie se la pide, pero …

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